domingo, 28 de agosto de 2022

capítulo 21 – inventar mundos II : ciencia ficción

 

 


la explicación es un texto con el que acomodamos la inmensidad a nuestro tamaño

la vida es inabarcable, en cierto punto un misterio infinito

tanto el sentido común como las ciencias la “explican” –de maneras diferentes – una con la percepción y repitiendo pre conceptos

y la otra con métodos que se van consensuando como criterio de verdad –siempre cambiante

 

pero en ambos casos insisto en resaltar eso hoy se trata de un texto: una composición de palabras y términos (yo diría que hay hasta una cierta musicalidad en el explicar)

 

Cortázar dice en algún lado que “la explicación es un error bien vestido”

La ciencia ficción es una manera de imaginar y armar historias construyendo explicaciones, de allí el término ciencia

la definición Wikipedia dice:

Ciencia ficción es la denominación de uno de los géneros derivados de la literatura de ficción, junto con la literatura fantástica y la narrativa de terror. Algunos autores estiman que el término es una mala traducción del inglés science fiction y que la correcta es ficción científica.1​ Nacida como género en la década de 1920 (aunque hay obras reconocibles muy anteriores) y exportada posteriormente a otros medios, como el cinematográficohistorietístico y televisivo, tiene un gran auge desde la segunda mitad del siglo xx debido al interés popular acerca del futuro que despertó el espectacular avance tanto científico como tecnológico alcanzado durante todos estos años.

Es un género especulativo que relata acontecimientos posibles desarrollados en un marco imaginario, cuya verosimilitud se fundamenta narrativamente en los campos de las ciencias físicasnaturales y sociales

Conversando hemos  mencionado al pasar las distopías (así como utopías y ucronías)

Esas ficciones algo de moda –por ejemplo en Netflix con obras como Black mirror- en las que la ficción toma la tecnología que ya tenemos en los dispositivos y proyecta cambios, exageraciones, cosas imaginarias pero

posibles

lo que torna al relato


verosímil

si yo digo que tocando un árbol me puedo trasladar a otro país en un segundo estoy haciendo fantasía y/o magia

si digo que con una aplicación del celular estoy viajando a otro país en un segundo estoy haciendo ciencia ficción

lo mismo con los viajes en el tiempo

las historias de otros planetas

(un género que gusta mucho de las explicaciones: agujeros de gusano, dimensiones cuánticas, propulsores que alcanzan la velocidad de la luz, gases y aires de otros mundos, etc.)

es muy lindo imaginar

también es una manera de cambiar el mundo

la filosofía habla de dialéctica: en lo imaginado está lo que existirá y no existirá

nombramos en la ficción tanto lo deseado como lo indeseable

lo deseado como en las utopías

y lo indeseable a veces es como una advertencias

se podría leer 1984 de Orwell de esa manera:

1984 es la antiutopía o distopía más célebre de todas cuantas fueron escritas durante la primera mitad del siglo XX. En ella, Orwell presenta un futuro en el que una dictadura totalitaria interfiere hasta tal punto en la vida privada de los ciudadanos que resulta imposible escapar a su control. La odisea de Winston Smith en un Londres dominado por el Gran Hermano y el partido único se puede interpretar como una crítica de toda dictadura, aunque en las analogías con el comunismo estalinista resultan evidentes, dada la trayectoria vital del autor. La novela cobra nueva vigencia en la sociedad actual, en la que el control a los ciudadanos, coercitivo o no, se halla más perfeccionado que en ningún otro momento de la historia de la Humanidad. Por último, veremos la influencia de la obra en la cultura del siglo XX, tanto en su vertiente literaria como en la cinematográfica.


1984 click



no es mi especialidad ni he sido muy lector del género –que tiene muchos seguidores fanáticos en el buen sentido-

pero Ursula Le Guin, Ballard, Philip Dick, Bradbury e incluso los anteriores Verne, Wells y Huxley se me vienen en mente de lecturas alucinantes

en este género el “mensaje” es una decisión libre como cualquier otra

se puede hacer una ficción con la intención de hablar por ejemplo del daño a la naturaleza

o solo para contar una historia

todo vale

el truco es imaginar con libertad

y tomando a mano de conocimientos propios

investigando si es necesario

[ejemplo voy a inventar una ficción sobre vacunas y genética y entonces investigo en internet sobre el ARN etc,]

y dándole –esto es un dar dirigido al que nos lea- un marco explicativo, una construcción de contexto en el que el lector pueda caer –gustosamente- en la trampa

y andar en un auto volador

en este sitio hay unos divertidos y acaso útiles consejos:


ciencia ficción escribir


a esa “explicación” fantástica que es la ciencia ficción le podemos mezclar

historias de amor

política

filosofía –por ejemplo acerca de la muerte y la eternidad-

humor

causas justas

anécdotas personales transformadas

deseo

anticipación

deseos infantiles : poderes, volar, ver y oir a través de paredes, tele transportación

y además encontrar en ello toda la poesía de

volver a nombrar – crear el mundo


domingo, 21 de agosto de 2022

Capítulo 20 – el arte de la consigna

 





Siempre recaigo en volver de vez en cuando a pensar la escritura como un diálogo, que de hecho lo es

a veces la singularidad más interesante de ese diálogo es que no sé con quién ni cuando estoy charlando, ni si por alguna vía llegará una respuesta a mis palabras –es un diálogo diferido

 

y al pensar en diálogo pienso en lo que las palabras de los otros –uno o una o varios- me generan y a la vez me desafían

 

las palabras del otro hacen surgir en mi la fuente de otras palabras

las palabras de los otros propician en mi una escritura propia

 

La dinámica de taller de escritura por otro lado, es más un momento de contagio que una clase en el sentido enseñanza –aprendizaje (como en la educación formal)


hay en el taller una horizontalidad y una retroalimentación entre todos, como nos propone Ezquiel Ander-Egg en su libro El taller una alternativa de renovación pedagógica:

 

A  diferencia  de  la  clase  donde  los  alumnos  constituyen

"el  auditorio",  en  el  taller  forman  un  "grupo  de  trabajo",

llevando  a  cabo  un  proceso  de  aprendizaje  en  equipo,  ya

sea  por  el  trabajo de  reflexión  como  por  la  acción.  De  este

modo  los  saberes,  capacidades  y  habilidades  de  cada  uno

son  tenidos  en  cuenta  como  un  elemento  fundamental  de

la  dinámica  del  proceso  de  enseñanza-aprendizaje.  El

conocimiento de  cada uno y de todos confluye  en el  trabajo

colectivo.  Ya  no  tienen  que  repetir  textos  como  papagayos

culturales,  sino  hacerse  responsables  de  su  propio  aprender

 

y también:

 

Para  decirlo  en  breve:  el  taller  reemplaza  el  mero  hablar

recapitulativo/repetitivo,  por  un  hacer  productivo  en  el  que

se  aprende  haciendo.


Por otra parte cuando hablamos de escritura tiene un rol fundamental la consigna

 

LA CONSIGNA la podemos nombrar como

 

un disparador

un desafío

una pregunta

una propuesta

una “tarea” a cumplir

una “piedra en el estanque”

un puntapié

un golpe de dados que no sabemos a dónde nos conduce

 

Como ha pasado en algunos encuentros, por momentos  esa malditísima autoexigencia que muchos llevamos dentro (enemiga de soltarse a escribir con libertad) toma a la consigna como una formula con la que hay que cumplir

como si no pudiéramos salirnos de un “resultado esperado”

 

Propongo por el contrario a la consigna como una “excusa de juego”

y ahora sí voy a tomar letra de un hermoso texto que conocí del lado de la expresión corporal pero habla de lo mismo

se llama El arte de la consigna y es de MARINA GUBBAY - DÉBORAH KALMAR referentes de la expresión corporal en Argentina:

 

La consigna es aquello que da el docente para tratar de generar algo en el otro.

Es un puente, una manera de llegar al otro.

Es un estímulo verbal para que el otro se ponga en acción.

Es pauta que trata de llegar al otro con lo que se dice.

Es un modo de despertar con la palabra la curiosidad en la exploración.

Es una dirección que orienta la investigación.

Es un recorte, una selección que favorece la atención.

Es lo que digo para que el alumno se interese en algo.

Es una provocación que genera imágenes y emoción.

Es un fósforo que enciende.

 

Una consigna, y otra, y otra, van generando un camino, con su comienzo, desarrollo y desenlace. El arte de dar consignas tiene que ver con encontrar qué decir para que el otro se ponga en acción en el sentido más amplio.

 

La consigna puede enunciarse como pregunta, es el arte de generar las preguntas. Otras veces pauta, ordena y organiza, también puede sugerir y provocar.

Como ven, en relación a las consignas de escritura ese sugerir o provocar es a veces lo que “enciende el fósforo”

 

y aquí también hablan como decía al principio de un cierto diálogo:

 

consciente y el inconsciente, improvisando entre esta asociación, a la vez, dirigida y libre. Sería algo así como dejarse mover por el canto del río que brota desde su cauce y, desde allí, se desparrama en movimiento con todo el permiso y con toda la emoción que trae aparejada. Este es un modo de ir de la consigna del docente hacia el enigma del alumno, dejándose llevar ambos por el misterio de la improvisación y así, entrar en terreno desconocido.


libro completo AQUÍ




el escritor Luciano Lamberti dice de las consignas de escritura

 

Las consignas son disparadores, formas de juego, pero también metas y desafíos que el escritor en ciernes debe sortear. Fogwill decía que en un taller literario, mano a mano con Pauls, él le ganaba. Más allá de la chicana, y de quién sería el hipotético Profesor de ese grandioso taller, creo que lo quería decir es que en el fondo cualquier escritor piensa a través de consignas, incluso de las más tontas (a veces las más tontas son las mejores). Como es una hermosa mañana helada que ya anuncia el invierno, y hoy me levanté generoso y dicharachero, acá van algunas consignas de mi propia cosecha. Espero que les sirvan a ustedes, mis siempre monstruosos lectores, para escribir cuentos vibrantes, llenos de sentido y honestidad, que conmuevan a sus propios lectores y sigan resonando largamente en ellos.

 

1. Tomar un libro cualquiera de tu biblioteca. Leer el principio. Copiarlo. Buscar otro libro y leer el final. Escribir todo lo queda en el medio. Acordarse de borrar el principio y el final por obvias razones.

2. Escribir un cuento a partir de la pregunta presente en este maravilloso cuento de Bradbury: ¿Qué harías si supieras que esta es la última noche del mundo?

3. Leer “Biografía de Tadeo Isidoro Cruz”, de Borges. Escribir la vida de un personaje desde que nace hasta que se muere. Después pensar en el momento en el que ese personaje “sabe para siempre quién es”, dejar lo necesario para que se entienda ese momento y eliminar todo lo demás.

4. Leer este cuento de Hebe Huart  (Cómo vuelvo) y escribir una confesión de un personaje a un desconocido

 

En mayor o menor medida, todo texto contiene una consigna. Es el “Y si…” del que se habla en tantos manuales de guión. A veces es una chispa que se apaga enseguida, pero a veces un incendio que termina por consumirlos a todos, empezando por el mismo escritor.

 

Cualquier persona puede inventar consignas y la idea desde este taller es que quien quiera pueda ser tallerista del otro, ya sea realizando Talleres propios, o incluso con gente amiga en ámbitos cotidianos

 

Hablando de ámbitos cotidianos… 

 hoy en día mucho “tallerismo” de amigos se ha dado y de lindas maneras por las redes sociales (en nuestra ciudad por ejemplo generó libros colectivos con las propuestas de Alejandra Fernandez en pandemia)

y aparecen por allí muchos desafíos a la poesía, a lecturas y escrituras, e incluso juegos interesantes como en algunas placas que se comparten y usan el azar surrealista para crear un lindo efecto



 

Inventar una consigna es invitar a los demás a jugar

 

Para ello algunos ingredientes son los llamados “temas”

 

el tiempo

la muerte

el amor

un hecho social e histórico

 

y las podemos formular sencillamente como “escribir acerca de…”

 

Vivencias más específicas, objetos, sentimientos, todo lo interminable que hace a lo humano. Y como cuando vimos el binomio fantástico, casi siempre es fructífero unir dos elementos:

 

escribir algo con:

 

tristeza y ventana

amor y viaje

reloj y caballo

 

Otras formulaciones son de forma:

 

escribir en primera persona

cambiar todos los verbos a futuro

usar palabras inventadas

 

otras se presentan como cuestionarios: 1. ¿Dónde estará ahora el agua con la que se lavó la cara esta mañana? 2. De qué color son los bere-beres? 3. ¿Tiene experiencia previa? 4. ¿Quién mete tanto ruido? 5. ¿Qué piensan los sapos de las luciérnagas? 6. ¿Cada cuanto tiempo? 7. ¿Cómo es la guerra? 8. ¿Quién se llevó el jarrón?

 

o también

contá cómo es tu barrio

 

cambiar formas y géneros: pasar un poema a carta

una noticia a poema

escribir todo con un color

y así

 

por supuesto las consignas funcionan en cada persona de manera diferente, “prenden” más o menos, incluso dependiendo del momento y del día y tantas cosas de la vida que influyen en nuestra predisposición y nuestra “inspiración”

 

por lo tanto propongo que nos larguemos a jugar con la imaginación a inventarle al otro consignas para generar una escritura

y después se verá qué surge

 

segura y misteriosamente emerge allí lo inesperado

domingo, 7 de agosto de 2022

capítulo 19 – la poesía para dar

 


como idioma profundo

o como lenguaje del deseo

también  como un campo mágico donde están permitidas otras lógicas que las del criterio de realidad utilitario y cotidiano

la poesía ha sido y es también un modo de invocar , de pedir

desde la poética de los rezos más antiguos

y a su vez de conjuros y hechizos

la poesía como una manera más de interpelar un algo más en lo inexplicable del universo

de tratar de dominarlo, al menos un poco, ya que al pronunciar el deseo en la fórmula poética se intentará que se cumpla


Y por eso antes, hace mucho, no había diferencia entre magia y poesía. Ernesto Cardenal, en su prólogo a la Antología de poesía primitiva, enuncia cómo muchos pueblos hacían y hacen poesía como una forma de crear su mundo, porque ambas se manifiestan como un aliento que crea y cura, una mística que une y deshace al individuo. Para esos pueblos, poesía y magia iban (¿van?) acompañadas de danza porque “establecen una relación o enlace entre los dos mundos, el mundo natural del acontecer diario y el sobrenatural. Y el mundo natural es presentado como una manifestación del mundo sobrenatural”.

 

por ejemplo en el mundo hindú:

Es posible observar que, en las escrituras sagradas del hinduismo, nadie está libre de o es inmune a la maldición, ni hombres ni dioses. Sólo aquel que profiere la maldición tiene el poder de apaciguar o reducir el castigo. Esto podría parecer contradictorio, ya que supuestamente los sabios tienen perfecto dominio sobre sus instintos -ira, deseo, arrogancia o soberbia, entre otros-, pero son ellos los que deciden lanzar maldiciones. Lo más sorprendente es que hasta las fuerzas supremas (Kŗşŋa o Vişŋu, por ejemplo), aun teniendo la capacidad y la posibilidad de ser inmunes a estos “castigos”, los aceptan, ya que, según varios textos filosóficos y religiosos antiguos, todo lo que sucede no es más que un jugueteo (Līlā)36 o una ilusión (Māyā)37 creados por la fuerza suprema misma. Y en este jugueteo, el uso del poder de la palabra, o las maldiciones, no son más que los catalizadores que dan nuevos rumbos a esta comedia divina que, vista desde una perspectiva limitada, parece una tragedia humana.


la misma lógica tienen nuestras invocaciones en las formulas cotidianas:

chau, que te vaya bien

que tengas buen viaje

suerte con ese examen

que dios te bendiga

y demás


pero en el juego de la escritura podemos crear nuestras propias formulas, permitiéndonos con simpleza el procedimiento poético, ya sea tomando cosas reales (que te salgan ricas las comidas) o imaginarias (que las hadas ablanden el pasto que pisas)

en el libro Dragón de Gustavo Roldán tenemos un ejemplo hermoso

 Bendición de Dragón


Que las lluvias que te mojen sean suaves y cálidas.
Que el viento llegue lleno del perfume de las flores.
Que los ríos te sean propicios y corran para el lado que quieras navegar.
Que las nubes cubran el sol cuando estés solo en el desierto.
Que los desiertos se llenen de árboles cuando los quieras atravesar. O que encuentres esas plantas mágicas que guardan en su raíz el agua que hace falta.
Que el frío y la nieve lleguen cuando estés en una cueva tibia.
Qué nunca te falte el fuego.
Que nunca te falte el agua.
Que nunca te falte el amor.
Tal vez el fuego se pueda prender.
Tal vez el agua pueda caer del cielo.
Si te falta el amor, no hay agua ni fuego que alcancen para seguir viviendo

                                                

también en el mismo libro tenemos por el contrario una maldición:

-con una lógica que parece inversa, parece casi bendición, pero un último verso terrible-

Que tengas comida hasta estar harto todos los días de tu vida.

Y que vivas muchos años.

Que nunca te falten ni el agua ni la luz.

Que los senderos sean suaves cuando los camines.

Que las espinas se aparten de tu lado.

Que tus enemigos te dejen pasar sin atacarte.

Que ningún dolor te hiera en el costado.

Que nadie te lastime a traición. Que nadie te ofenda ni siquiera con un gesto.

Que tengas todo lo que se pueda desear, por largos, larguísimos años.

Pero que te falte el amor.

 

Se denomina maldición a la expresión hablada o escrita de un deseo maligno dirigido a una o más personas con el poder mágico del lenguaje para desear se cumplan lo que se pide.

Estas creencias populares son también supersticiones que tienen mitos y leyendas. Algunas personas se sienten víctimas de las maldiciones y aún con consecuencias descendientes; por lo general se hace más alusión a la maldición que a la bendición como una de las interpretaciones del destino. En España se presenta la bien conocida maldición gitana que causa pavor.

Las maldiciones en la antigua Grecia y Roma llamadas katadesmoi (ataduras de los griegos) y tabulae defixiones (de los romanos)

 

Se escribía en tablilla de plomo u otros materiales para invocar a los espíritus deidad o demonio o muerto prematura y cumplir su objetivo. Por lo general la maldición se desea al enemigo que se quiere eliminar debido a robo, infidelidad, amor no correspondido, falta de respeto o daño a su dignidad.

Los romanos, etruscos y griegos practicaban este tipo de maldiciones y entre los griegos estaban los llamados “areteos”, o sea maldecidores; las maldiciones aparecen también en la Ilíada como la de Crises contra Agamenón y en la tragedia de Sófocles cuando Alcibiades fue desterrado después de la mutilación de Hermes; los sacerdotes de Atica excepto uno lanzaron con él una gran maldición


con algo de humor negro y extrañamiento poético Girondo tira una maldición así:

 

POEMA 21 - ESPANTAPÁJAROS 

Que los ruidos te perforen los dientes, como una lima de dentista, y la memoria se te llene de herrumbre, de olores descompuestos y de palabras rotas.

Que te crezca, en cada uno de los poros, una pata de araña; que sólo puedas alimentarte de barajas usadas y que el sueño te reduzca, como una aplanadora, al espesor de tu retrato.

Que al salir a la calle, hasta los faroles te corran a patadas; que un fanatismo irresistible te obligue a prosternarte ante los tachos de basura y que todos los habitantes de la ciudad te confundan con un meadero.

Que cuando quieras decir: “Mi amor”, digas: “Pescado frito”; que tus manos intenten estrangularte a cada rato, y que en vez de tirar el cigarrillo, seas tú el que te arrojes en las salivaderas.

Que tu mujer te engañe hasta con los buzones; que al acostarse junto a ti, se metamorfosee en sanguijuela, y que después de parir un cuervo, alumbre una llave inglesa.

Que tu familia se divierta en deformarte el esqueleto, para que los espejos, al mirarte, se suiciden de repugnancia; que tu único entretenimiento consista en instalarte en la sala de espera de los dentistas, disfrazado de cocodrilo, y que te enamores, tan locamente, de una caja de hierro, que no puedas dejar, ni un solo instante, de lamerle la cerradura.

//

volviendo a las bendiciones –porque el tema es poesía para dar: para regalar un texto lindo, para dar buenos deseos creados para alguien en particular, para hacer una intención bella y solidaria hacia los demás:

 

 

Que la tierra ronronee bajo tus pies
cuando te saques los zapatos.
Que el aire
entre suave
te vuelva hilo
papel de seda
y aletee
cada uno de tus dedos.
Que la fruta madura
guarde el sabor del tiempo justo
para que no la olvides nunca.»

 Laura Devetach, «Fórmulas para desear el bien», en Canción y pico. 

 

este fragmento de Hamlet Lima Quintana

 

Deseo que la noche

se te transforme en música

y la mesa en un largo

sonido de campanas.

 

y en la canción de Joaquin Sabina el deseo individual que se da al pedirse se alterna entre lo individual y lo colectivo

Que el maquillaje no apague tu risa

Que el equipaje no lastre tus alas

Que el calendario no venga con prisas

Que el diccionario detenga las balas

 

Que las persianas corrijan la aurora

Que gane él quiero la guerra del pueblo

Que los que esperan no cuenten las horas

Que los que matan se mueran de miedo




este fragmento se atribuye a auna antigua fórmula celta:

Que los caminos se abran a tu encuentro, 
que el sol brille sobre tu rostro,
que la lluvia caiga suave sobre tus campos,
que el viento sople siempre a tu espalda.

 

podemos tener yo creo una linda conciencia –en relación también al poder  de la palabra *- de que escribimos para causar un efecto en el otro

ya hacerle sonreír es un efecto mágico, al mismo tiempo que transmitir una buena intención depende de la fuerza –la fe para algunas personas- la sinceridad y la poesía del vínculo humano

puede ser para tarjetas de cumpleaños, para fechas especiales o porque sí, para una persona determinada o para muchos

no hay fórmulas…  más que inventar con  imaginación y algo de humorismo nuevas maneras de desear e invocar la suerte

como una escritura que es un regalo que se da a alguien

ejemplo que escribí una vez...

capítulo 7 – escribir (con) diálogos

        andando algunos pasos por esta casona de escritura nos acercamos a un recinto en el que se van escuchando distintas voces, como un...