domingo, 30 de octubre de 2022

capítulo 29 – el monólogo

 


las palabras, esos signos extraños puestos en líneas, se unen con una persona y se hacen cuerpo, se hacen un yo en diversas escrituras en primera persona, entre ellas el monólogo

 

hablaremos también entrando y saliendo de un género muy específico que es el teatro

pero también el monólogo como manera de narración

el monólogo como forma de intentar transmitir la máquina pensante

el monólogo también como una voz que se planta con potencia ante determinada temática

 

como su nombre sugiere el monólogo es un diálogo de uno, insisto en lo de diálogo porque el monologuista le habla a alguien: al público, al lector, a otros personajes implícitos

 

la primera persona es un punto muy importante de referencia: ese punto que reúne y estructura. amalgama y da el protagonismo a lo que se dice

 

el teatro es un género hermoso que siempre nos facilita situar a los textos, y además un arte en el que el mnólogo siempre ha tenido mucha importancia

aquí algunos ejemplos del dramaturgo italiano Dario Fo que nos muestran la construcción de una situación de monólogo:

 

LA MADRE PASOTA

 (El interior de una iglesia. En el centro del escenario, casi en corbata, un confesionario. Entra una mujer vestida de manera estrafalaria, entre hippy y agitanada. Avanza cautelosa, como si la persiguieran.)

 

La madre que los parió, vaya panda de cabrones..., mira que seguirme basta la iglesia... ¿Dónde me escondo yo ahora? En la sacristía. ¿Y dónde estará la sacristía? ¿A este lado del coro o al otro? (Sigue tratando de esconderse.) Ahí vienen dos más, si es que me tienen rodeada... ¡El confesionario! Ya está, me esconderé en el confesionario. (Mira en el confesionario.) Vaya por Dios, está ocupado. Hay un cura dentro. Dichosos curas, si es que te los encuentras en todas partes... Bueno, pues me confesaré, qué se le va a hacer. (Se arrodilla.) A ver si los carabineros se atreven a interrumpir un sacramento. (Se arrodilla en el lado izquierdo.) Padre, padre, confiéseme. ¡Padre! Coño, se ha dormido. Padre, padre, despierte... (Golpea en la rejilla con los nudillos.) ¡Ya era hora! Quiero confesarme, y rápido, si es posible. ¿Cómo que no es posible? ¿Y eso por qué? ¿Aún sigue dormido? Bueno, pues vamos a hablar un rato, así se espabila. ¿Cómo? Eso sí que no lo había oído yo nunca. Un cura que antes de confesar quiere ir al bar a tomarse un café... No, oiga, usted no se mueve de aquí, o le monto un número de padre y muy señor mío...

 

EL DESPERTAR

 (En el espacio escénico están situados los siguientes elementos: una cama de matrimonio, una mesilla con lámpara y despertador, una cómoda, una mesa, una cocina de gas, un frigorífico, un fregadero, etc.; y una cuna con un muñeco. En la cama duermen un hombre y una mujer; ella está soñando en voz alta, como si tuviera una pesadilla.) Tres piezas, una soldadura, un golpe de taladro..., dos tuercas, una soldadura, un golpe de sierra... (Grita.) ¡Dios mío, me he cortado los dedos! Mis dedos..., voy a recogerlos, que al patrón no le gusta, dice que no quiere ver desorden... (Se despierta de golpe: sigue bajo el efecto de la pesadilla.)

 Mis dedos... (Se mira la mano.) Si los tengo..., ¡he soñado! Tiene gracia la cosa, ahora resulta que trabajo hasta soñando..., como si no me bastara con la fábrica... ¿Qué hora será? (Mira el despertador.) ¿Las seis y media? (Se levanta rápidamente y se pone las zapatillas y la bata.) Ese maldito trasto no ha sonado. Madre mía, con lo tarde que es. (Corre a la cuna y coge al niño.) Animo, nene, que ya empieza nuestro día. (Se dirige a la mesa junto al fregadero.) Despierta, ratoncito de tu mamá, que nos vamos. Te has vuelto a mear, y no hace ni tres horas que te mudé, meón, más que meón. ¡Con la prisa que tengo! Tenemos que correr a la guardería, que como lleguemos después de las siete la hermana nos manda a casita, menuda es. (Desnuda al muñeco.) Ahora mamá te lava el culete... (abre el grifo) ...con agua calentita..., qué va, si no hay agua caliente..., qué te apuestas que el despistado de tu padre se ha dejado el calentador desenchufado. (Coge al niño en brazos y va al fregadero.) V

 

TODAS TENEMOS LA MISMA HISTORIA

(En el centro del escenario vacío, una tarima sobre la que está tumbada una mujer. Luz baja. Habla la mujer.) No, no, por favor..., por favor, estate quieto..., así no me dejas ni respirar... Espera... Claro que me gusta hacer el amor, pero con un poco más de..., ¿cómo diría yo?... ¡Que me estás aplastando! Quítate..., ¡basta! Me estás mojando la cara... ¡No, en la oreja no! Sí que me gusta, pero es que pareces una Moulinex, con esa lengua... Oye, ¿pero cuántas manos tienes? Déjame respirar... ¡Que te levantes te digo! (Se incorpora lentamente, como quitándose de encima el peso del cuerpo del hombre. Se sienta frente al público.)

 

 ¡Por fin! Estoy empapada en sudor. ¿Para ti esto es hacer el amor? Sí, claro que me gusta, pero preferiría que hubiera algo más de sentimiento... ¡No estoy hablando de sentimentalismo! Cómo no, ya sabía que me saldrías con lo de que soy una cursi romántica y antigua... Claro que me apetece hacer el amor, pero a ver si entiendes que no soy una de esas maquinitas que les metes unos duros y se les encienden las luces, tun tun trin toc toc... ¡drin! Mira, yo, si no se me trata bien, me bloqueo, ¿comprendes? ¿Seta posible que si una no se coloca de inmediato en una postura cómoda, falda y bragas fuera, piernas abiertas y bien estiradas, se vuelve una estúpida acomplejada, con los traumas del honor y del pudor, inculcados por una educación reaccionaria-imperialista-capitalista-masónicacatólica-conformista-y austrohúngara? ¿Que soy pedante? Y una tía pedante os pone muy nerviosos, ¿verdad? Es mejor la mema de risita erótica... (Ríe por lo bajo, en plan erótico-tirado.) ¡Venga, hombre, no te cabrees! No, no estoy ofendida. Está bien, hagamos el amor... (Vuelve a tumbarse de perfil al público.) Y pensar que cuando quieres sabes ser tan dulce..., ¡casi humano! ¡Y un auténtico compañero! (Lánguida, con voz soñadora.) Contigo puedo hablar de cosas que normalmente no sé ni decir... Cosas incluso inteligentes..., eso es, ¡tú consigues que me sienta inteligente! Contigo me realizo...

 

MONÓLOGO DE LA PUTA EN EL MANICOMIO

 

 (En una silla metálica está sentada una mujer. Tiene un casco en la cabeza, un micrófono ante la boca y una serie de cables que de sus tobillos y muñecas van a un aparato lleno de válvulas y luces que se apagan y encienden intermitentemente.)

 

Sí, sí, doctora, la oigo perfectamente. No se preocupe, estoy relajada, sólo que con tanto cable me siento como un robot..., o más bien como si estuviera en la silla eléctrica, es que impresiona mucho, ¿sabe? Oiga, doctora, ¿no sería mejor que viniese usted a sentarse aquí, a mi lado, en lugar de quedarse ahí arriba, que parece que está en la cabina de un avión? Es que me cuesta mucho contar ciertas cosas si no tengo a nadie a quien mirar a la cara... mientras hablo..., ¡así me siento como dentro de un cohete espacial! Pero de todos modos le diré la verdad, que yo no me dejo condicionar. ¿No puede? ¿Tiene que estar ahí controlando las máquinas?... Está bien, si no puede... ¿Por dónde empiezo? ¿Por cuando incendiamos la casa del industrial? ¿No?... ¿Prostituta?... ¿Que cuándo empecé? Oiga, doctora, esa palabra no me gusta natía..., prostituta, prefiero decir puta, mejor las cosas claras, ¿no le parece?

 

YO, ULRIKE, GRITO...

 

 Nombre: Ulrike. Apellido: Meinhof. Sexo: femenino. Edad: cuarenta y un años. Sí, estoy casada. Dos hijos, nacidos con parto cesáreo. Sí, separada de mi marido. Profesión: periodista. Nacionalidad: alemana. Llevo más de cuatro años encerrada en una cárcel moderna de un Estada moderno. ¿Delito? Atentado a la propiedad privada y a las leyes que defienden dicha propiedad y el consiguiente derecho de los propietarios a ampliar en demasía la propiedad de todo. Todo: incluyendo nuestro cerebro, nuestros pensamientos, nuestras palabras, nuestros gestos, nuestros sentimientos, nuestro trabajo y nuestro amor. En resumen, toda nuestra vida. Por eso habéis decidido eliminarme, amos del Estado de Derecho. Vuestra ley es realmente igual para todos, menos para aquellos que no estén de acuerdo con vuestras leyes sagradas. Habéis llevado a la mujer a su máxima emancipación: en efecto, aun siendo una mujer, me castigáis exactamente como a un hombre.


LIBRO DARIO FO MONOLOGOS


Como vemos la voz nos arma mundos y personajes, interlocutores y hasta espacios, objetos, indicaciones múltiples de sentido

 

En nuestra vida cotidiana el monólogo interior es una composición constante. Intentamos el recurso de la escritura a veces para contar fragmentos de ese contínuo, ya sea de nuestra realidad o de un personaje inventado. Por ejemplo todo el pensamiento de un personaje que está por ir a pelear con su jefe y se repite todo lo que le va a decir.

Desde luego que es imposible plasmar en palabras el pensamiento tal cual es como si lo “desgraváramos” : porque el pensar es veloz, constelado, mezcla de palabras con imágenes y sensaciones.

 

Por otra parte en nuestros días es muy utilizado un género que se desprende del teatro hacia el espectáculo humorístico que es el stand up

así se lo define:

 

el stand up, llamado también monólogo o comedia en vivo en algunos países de habla hispana es un estilo de comedia donde el actor y humorista se dirige directamente a una audiencia presente en el lugar, generalmente de modo unipersonal, con un texto que expresa su visión del mundo. A diferencia del teatro tradicional, el comediante de stand up mantiene un estilo de interacción con el público, que suele incluir diálogos cortos con la audiencia.

 

en general es una clase de humor –también pariente del clown- donde se cuentan desventuras cotidianas

en un manual de escritura que les comparto se ven estas premisas:

El humor siempre surge de la frustración, el enojo, el odio, la molestia, la vergüenza, la

incomodidad... No se puede hacer humor sobre algo que nos pone feliz. Lo vamos a ver

más en detalle pero ya es importante tomarlo en cuenta.

Siempre vuelven las mismas actitudes básicas:

- Odio...

- Me parece raro...

- Me molesta...

- Me da miedo...

- Es difícil...

6

- Es estúpido...

- Me da vergüenza...

- Me incomoda...

Tomemos el ejemplo: “el supermercado” y formamos varias premisas sobre ese tema:

- Odio ir al supermercado.

- Hay cosas que me molestan de los supermercados.

- Ir al supermercado puede ser frustrante.

- Hay cosas en el supermercado que son raras.

- Me da vergüenza ir al supermercado.

- Me siento perdido en el supermercado.

- Es estúpido ir al supermercado.

- Ir al supermercado es difícil.

La segunda parte: el pie

El pie explica el “porqué” de lo dicho en la premisa. Explica por qué nos sentimos de cierta

forma con respecto a un tema.

Ejemplos:

Premisa: “Odio ir al supermercado.”

En el pie damos un ejemplo concreto de porqué odiamos ir al supermercado:

- porque siempre me pierdo.

- porque nunca encuentro nada.

- porque siempre me encuentro con mi vecina.

MANUAL STAND UP


Volviendo a la literatura, en el monólogo aprovechamos la atención centrada en ese personaje que “habla solo” para decir cosas importantes

sirve como ejemplo ultra conocido el monólogo de Hamlet, ser o no ser

o en La vida es sueño cuando queda solo Segismundo:

 

Es verdad; pues reprimamos    

esta fiera condición,     

esta furia, esta ambición             1165

por si alguna vez soñamos.        

Y sí haremos, pues estamos      

en mundo tan singular,               

que el vivir sólo es soñar;           

y la experiencia me enseña        1170

que el hombre que vive sueña

lo que es hasta despertar.         

    Sueña el rey que es rey, y vive            

con este engaño mandando,    

disponiendo y gobernando;       1175

y este aplauso que recibe          

prestado, en el viento escribe,

y en cenizas le convierte            

la muerte (¡desdicha fuerte!); 

¡que hay quien intente reinar,  1180

viendo que ha de despertar     

en el sueño de la muerte!         

    Sueña el rico en su riqueza    

que más cuidados le ofrece;     

sueña el pobre que padece       1185

su miseria y su pobreza;             

sueña el que a medrar empieza,            

sueña el que afana y pretende,              

sueña el que agravia y ofende;

y en el mundo, en conclusión,  1190

todos sueñan lo que son,           

aunque ninguno lo entiende.   

    Yo sueño que estoy aquí        

destas prisiones cargado,           

y soñé que en otro estado         1195

más lisonjero me vi.      

¿Qué es la vida? Un frenesí.     

¿Qué es la vida? Una ilusión,    

una sombra, una ficción,            

y el mayor bien es pequeño;     1200

que toda la vida es sueño,         

y los sueños, sueños son.          

 

Dentro de obras literarias no teatrales las situaciones del monólogo pueden ser cartas que leen los personajes, alegatos ante un juicio, reflexiones ante un espejo.

 

Otro muy hermoso, fluído, elaborado y extenso es en la novela Ulises de Joyce, en el que se utiliza el llamado monólogo interior, o flujo de conciencia de una mujer que espera:

 

e gustan las flores me gustaría tener toda la casa nadando en rosas Dios del cielo nohay nada como la naturaleza las montañas salvajes después el mar y las olasprecipitándose luego el campo encantador con sembrados de avena y trigo y toda clase decosas y toda la preciosa hacienda paseándose por ahí eso debe de ser bueno para elcorazón de una ver ríos y flores de todas las formas y perfumes y colores brotando hastalas zanjas primaveras y violetas es la naturaleza en cuanto a los que dicen que no hayDios no daría un chasquido de mis dos dedos por toda su ciencia por qué no van y creanalgo yo a menudo se lo he dicho a ateos o como sea que se llamen y vayan y pongan enorden sus remiendos primero después van lanzando alaridos clamando por un sacerdotecuando se están muriendo y por qué por qué porque tienen miedo del infierno debido a suconciencia acusadora ah sí yo lo conozco bien quién fue la primera persona en el universoantes de que hubiera nadie que lo hizo todo quién ah ellos no saben ni yo tampoco así queahí tienes podrían igualmente tratar de impedir al sol que saliera por la mañana el sol brillapara ti me dijo el día que estábamos acostados entre los rododendros sobre la puerta deHowth con el traje de tweed gris y sombrero de paja el día que conseguí que me medeclarara si primero le pasé el pedacito de pastel que tenía en mi boca y era año bisiesto como ahora sí hace 16 años mi Dios después de ese beso largo casi me quedé sin aliento

 

la falta de puntuación es un recurso para evocar la conciencia interior y el ritmo del pensamiento

 

resulta un ejercicio interesante todo lo que el monólogo nos pide: interiorizar la vida, el tono, la manera de hablar, el carácter etc. de la persona o personaje que se carga esa primera persona


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