nuestro lenguaje es siempre unidor de seres, siempre hay otro presente o implícito en toda palabra, en todo decir
contar una historia es contarse a alguien
y a su vez los desdoblamientos que se pueden
hacer son infinitos
es un recurso muy antiguo
poner a dos personas reales o inventadas a
dialogar para que nos cuenten una historia
un recurso “retórico” que usaron textos
religiosos y épicos antiguos
la filosofía
y por supuesto, el teatro
en textos religiosos un ejemplo es el Bhagavad-gītā
Su contenido es la conversación entre Krishna
―a quien los hinduistas consideran una encarnación de Vishnú (mientras que los
krishnaítas lo consideran el origen de Vishnú)―3y su primo y amigo Arjuna en
el campo de batalla en los instantes previos al inicio de la guerra de Kurukshetra.
Respondiendo a la confusión y el dilema moral de Aryuna, Krishna explica a este
sus deberes como guerrero y príncipe, haciéndolo con ejemplos y analogías de
doctrinas yóguicas7 y vedánticas.
en la filosofía (con el inevitable ejemplo de
Platón que plantea toda la visión de Sócrates en sus diálogos):
En el diálogo, en cambio, lo que se encuentra en juego no son los
intereses particulares, sino las ideas, las opiniones de cada cual, de manera
que un diálogo provechoso no es el que nos permite continuar sosteniendo
aquello de lo que veníamos previamente convencidos, sino, por el contrario,
justo aquel otro que nos enriquece con lo mejor de nuestro interlocutor. O, en
el extremo, aquel que nos hace ver que estábamos profundamente equivocados y
nos saca, gracias a las ideas de la persona con la que dialogamos, de nuestro
error. Dialogar, entonces, es correr el riesgo de cambiar de opinión. En cierto
modo, bien podríamos afirmar que constituye la aventura intelectual por
excelencia.
De allí que como un
paradigma de razonamiento es la
dialéctica
En el teatro:
. El diálogo teatral, como todo diálogo, consiste, desde el punto de
vista pragmático, en una interacción o secuencia coherente de actos de habla
que varios agentes llevan a cabo en forma alternativa y bilateral o
multilateral. Sin embargo una de las marcas de la especificidad del diálogo
teatral es la llamada doble articulación discursiva:4 el discurso del autor o
director está mediado: cede su voz al actor-personaje, pero éste no se dirige
solamente a su alocutor directo, otro actor-personaje, sino también a un destinatario
oculto, el espectador. De esta manera, el discurso teatral aparece como un
discurso intersubjetivo, en la medida de que no hay un yo que articule el
relato, puesto que este relato está constituido por el diálogo de los
personajes, es decir, por una serie de yos que interactúan entre sí y con el
espectador, y que mantienen inscripta la voz del autor y/o director.
(ya trataremos la
dramaturgia, la escritura de teatro específicamente)
La propuesta del narrador británico Nick
Hornby parecía sencilla en su formulación: escribir un diálogo en un
baño público entre dos personas del mismo género. "No bien lo contactamos
se mostró muy entusiasmado con la propuesta, pero después no supimos más de él
durante varias semanas", cuenta Lascano a LA NACION. Cuando
ella y Llach estaban a punto de cerrar la lista de colaboradores, llegó un
mensaje del autor de Alta fidelidad y Todo por una
chica: "¿Estoy a tiempo?". A las pocas horas, Hornby envió un
video con su ejercicio. "Un diálogo y una revelación entre dos personas
del mismo género en un baño público, una escena que encajaría perfecto en
cualquiera de sus novelas -agrega Lascano-. Entre las historias que surgieron
hay encuentros casuales con asesinos seriales, confesiones de embarazos a
personas equivocadas, traiciones develadas, malentendidos en bares y tráfico
involuntario de información en ambientes corporativos".
las formas de los diálogos varían en su
puntuación, en el uso o no de acotaciones, los nombres de las personas o
personajes que hablan todas las veces o algunas, el uso del guión, los dos
puntos, etc.
propongo que no se detengan en pensar que hay
una manera que es la correcta sino que usen el modo que resulte más cómodo o
más fluido (en todo caso siempre se puede acomodar un texto posteriormente si
es necesario por ejemplo convertirlo en cuento, guión de teatro etc.)
pueden ver una síntesis de distintas maneras
de escribir diálogos haciendo clik AQUÍ
Por último les dejo este cuento de Leo
Masliah donde juega con el recurso inviertiéndo la lógica y con un efecto
humorístico, es un diálogo donde lo que va cambiando es la acotación que
explica la intención de los personajes:
AAAAAAAAAA
La madre del monstruo
estaba ahí, con la cuchilla contra el pescuezo de su hijo,
tratando de pensar con
claridad. Lo había maniatado tomándolo por sorpresa
mientras dormía, y no
sabia si matarlo a prolongar su miserable y nociva
existencia por unos
años más, hasta que las tensiones musculares originadas en
su propia deformidad
acabaran por despedazarlo.
-¡AAAAAAAAAA! – gritó,
como para despejar su mente de disquisiciones
superfluas.
-¡AAAAAAAAAA! – gritó
también el monstruo, aterrorizado ante la presión de la
hoja de acero contra su
garganta.
-¡AAAAAAAAAA! – gritó
la madre, tratando de ahuyentar el impulso de cortar ese
cuello sin más demora.
La tentación era fuerte, pero no podía ceder ante ella así
como así, sin estar
completamente segura de que estaría haciendo lo correcto.
-¡AAAAAAAAAA! – gritó
el monstruo, para atemorizar a su agresora.
-¡AAAAAAAAAA! – gritó
ella, mostrándole que no era fácil de intimidar.
-¡AAAAAAAAAA! – gritó
el, agobiado por la impotencia. Cuatro vueltas de alambre
de púa mantenía sus
piernas y sus brazos fijos las unas contra los otros.
-¡AAAAAAAAAA! – gritó
la madre, queriendo infundirse ánimos para asestar la
puñalada fatal.
-¡AAAAAAAAAA! – grito
el monstruo, tratando de impostar la voz y de imprimirle
vibrato, como para
apelar a la sensibilidad musical de la mamá.
-¡AAAAAAAAAA! – gritó
esta, queriendo acallarlo.
-¡AAAAAAAAAA! – gritó
el, sumido en la desesperación de no saber ya que hacer.
-¡AAAAAAAAAA! – gritó
ella, para ver si repitiendo lo que decía su hijo podía
entenderlo mejor.
-¡AAAAAAAAAA! – gritó
el, pensando que si hasta ahora el gritar así lo había
mantenido a salvo del
avance de la cuchilla, lo mejor que podía hacer era seguir
gritando.
-¡AAAAAAAAAA! – gritó
ella, sin razón aparente, y quizá solo porque era su turno.
-¡AAAAAAAAAA! – gritó
el, y este grito sonó como una amenaza de que la
próxima vez gritaría
mas fuerte.
Bien niños, eso es todo
por hoy. Mañana estudiaremos la letra "b".
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