domingo, 8 de mayo de 2022

capítulo 9: LEER poesía es ser poesía

 





En esta parte del bestiario el animal viviente de la escritura es justamente una lectura activa, una lectura que se anima a sumergirse en la poesía a riesgo de salir transformado. Leer poesía y comentar las propias impresiones, ecos, interpretaciones es un ejercicio muy rico para la propia escritura –y para la vida-

Existen muchas maneras de leer y una de ellas es la académica: en ella se desglosan procedimientos, formas y estilos desde un punto de vista de teoría y/o crítica literaria (por ejemplo se analiza determinada obra en relación a un contexto histórico, a un momento político o a un movimiento artístico)

Si bien esas lecturas especializadas pueden ser muy útiles e interesantes en determinados ámbitos no son las que se proponen en este apartado.

leer poesía, además de leer de manera sencilla y directa es hacer lecturas propias, encontrar y buscar qué dice un verso determinado, todo lo que hace resonar en sus significados sonidos aromas texturas, rémoras que hacen al propio cuerpo, a la propia vida

para eso no hace falta aprendizajes previos sino disponerse ante el poema con ese intento de apertura, tomando mano a todo el mundo propio, valorándolo como tan importante que cualquier otro saber o conocimiento

también leer y experimentar poesía es un modo de conocimiento, y eso el algo que por experiencias propias es mucho más accesible para los niños que para los adultos, que por conocimiento -nos vamos domesticando- solo terminamos tomando lo racional o lo institucionalizado por la cultura dominante

acerca de la poesía como conocimiento en un sentido muy amplio:

 

Octavio Paz

“La poesía es conocimiento, salvación, poder, abandono. Operación capaz de cambiar al mundo, la actividad poética es revolucionaria por naturaleza; ejercicio espiritual, es un método de liberación interior. La poesía revela este mundo; crea otro. Pan de los elegidos; alimento maldito. Aisla; une. Invitación al viaje; regreso a la tierra natal. Inspiración, respiración, ejercicio muscular. Plegaria al vacío, diálogo con la ausencia: el tedio, la angustia y la desesperación la alimentan. Oración, letanía, epifanía, presencia. Exorcismo, conjuro, magia. Sublimación, compensación, condensación del inconsciente. Expresión histórica de razas, naciones, clases. Niega a la historia: en su seno se resuelven todos los conflictos objetivos y el hombre adquiere al fin conciencia de ser algo más que tránsito. Experiencia, sentimiento, emoción, intuición, pensamiento no dirigido. Hija del azar; fruto del cálculo. Arte de hablar en una forma superior; lenguaje primitivo. Obediencia a las reglas; creación de otras. Imitación de los antiguos, copia de lo real, copia de una copia de la idea. Locura, éxtasis, logos. Regreso a la infancia, coito, nostalgia del paraíso, del infierno, del limbo. Juego, trabajo, actividad ascética. Confesión. Experiencia innata. Visión, música, símbolo. Analogía: el poema es un caracol en donde resuena la música del mundo y metros y rimas no son sino correspondencias, ecos, de la armonía universal. Enseñanza, moral, ejemplo, revelación, danza, diálogo, monólogo. Voz del pueblo, lengua de los escogidos, palabra del solitario. Pura e impura, sagrada y maldita, popular y minoritaria, colectiva y personal, desnuda y vestida, hablada, pintada, escrita, ostenta todos los rostros pero hay quien afirma que no posee ninguno: el poema es una careta que oculta el vacío, ¡prueba hermosa de la superflua grandeza de toda obra humana!”
(Octavio Paz. La casa de la presencia: poesía e historia; Fondo de la Cultura Económica, 1994.)

 

Al preguntarle al poema por el ser de la poesía, ¿no confundimos arbitrariamente poesía y poema? Ya Aristóteles decía que «nada hay de común, excepto la métrica, entre Hornero y Empédocles; y por esto con justicia se llama poeta al primero y fisiólogo al segundo». Y así es: no todo poema —o para ser exactos: no toda obra construida bajo las leyes del metro— contiene poesía. Pero esas obras métricas ¿Son verdaderos poemas o artefactos artísticos, didácticos o retóricos? Un soneto no es un poema, sino una forma literaria, excepto cuando ese mecanismo retórico —estrofas, metros y rimas— ha sido tocado por la poesía. Hay máquinas de rimar pero no de poetizan Por otra parte, hay poesía sin poemas; paisajes, personas y hechos suelen ser poéticos: son poesía sin ser poemas. Pues bien, cuando la poesía se da como una condensación del azar o es una cristalización de poderes y circunstancias ajenos a la voluntad creadora del poeta, nos enfrentamos a lo poético. Cuando —pasivo o activo, despierto o sonámbulo— el poeta es el hilo conductor y transformador de la corriente poética, estamos en presencia de algo radicalmente distinto: una obra. Un poema es una obra. La poesía se polariza, se congrega y aisla en un producto humano: cuadro, canción, tragedia. Lo poético es poesía en estado amorfo; el poema es creación, poesía erguida. Sólo en el poema la poesía se aisla y revela plenamente. Es lícito preguntar al poema por el ser de la poesía si deja de concebirse a éste como una forma capaz de llenarse con cualquier contenido. El poema no es una forma literaria sino el lugar de encuentro entre la poesía y el hombre. Poema es un organismo verbal que contiene, suscita o emite poesía. Forma y substancia son lo mismo. Apenas desviamos los ojos de lo poético para fijarlos en el poema, nos asombra la multitud de formas que asume ese ser que pensábamos único. ¿Cómo asir la poesía si cada poema se ostenta como algo diferente e irreducible?

para más de Octavio Paz hacer clik AQUÍ 


El poeta español Gabriel Zaid también nos habla de aventurarnos en la lectura de poesía con libertad y sin fórmulas:

No hay receta posible. Cada lector es un mundo, cada lectura diferente. Nuevas aguas corren tras las aguas, dijo Heráclito; nadie embarca dos veces en el mismo río. Pero leer es otra forma de embarcarse: lo que pasa y corre es nuestra vida, sobre un texto inmóvil. El pasajero que desembarca es otro: ya no vuelve a leer con los mismos ojos.

La estadística, el psicoanálisis, la historia, la sociología, el estructuralismo, la glosa, la exégesis, la documentación, el estudio de las fuentes, de variantes, de influencias, el humor, el marxismo, la teología, la lingüística, la descripción, la traducción, todo puede servir para enriquecer la lectura. Un poema se deja leer de muchos modos (aunque no de cualquier modo: el texto condiciona las lecturas que admite). Y cada modo ayuda a ver esto o aquello que pone de relieve. Pero una vez que el método se convierte en receta (estadística, sociológica, psicoanalítica, semiótica, deconstructiva), restringe la lectura.

¿Cómo leer poesía? Embarcándose. Lo que unos lectores nos digamos a otros puede ser útil, y hasta determinante. Pero lo mejor de la conversación, no es pasar tal juicio o tal receta: es compartir la animación del viaje.

[Gabriel Zaid, «¿Cómo leer poesía?, Ensayos sobre poesía]

Y qué escribir acerca de un poema, cómo contar mi propia lectura

de la manera más sencilla, sin pudores ni temor a lo autorreferencial, más por el contrario

desde el yo

este verso me recuerda una canción o un paisaje

para mi de lo que habla es de un tiempo perdido

es interesante cómo cambia las palabras de lugar etc.


 -les paso un interesante artículo de un joven escritor argentino dando click AQUÍ 


También hay libros hermosos donde escritores y poetas comentan la poesía de otros de manera muy personal, como lo hace Cortázar a manera de diario en el libro La imagen de Jhon Keats, del que extraigo este fragmento:

(La poesía es eso, el centro inexistente que hace posible toda rueda. El poeta es ese hombre que escribe nuestros poemas. Descubrirlos, entre tantos que no nos tocan, es hallar nuestra verdad, dicha por alguien que es nuestro doble, el doble del aire, el doble sin nombre ni impedimentos ni renuncias.)

LIBRO COMPLETO : IMAGEN J K


El poema, no tiene un fin moralizante, didáctico, pedagógico, ni práctico inmediato. Pensar en la poesía como creación literaria que genera en el lector aquello que podemos entender como “experiencia estética”: un modo de encuentro con el mundo, con los objetos, fenómenos y situaciones, que produce en quien lo experimenta un placer, un conjunto de emociones y sensaciones. Humaniza los sentidos, enriquece el lenguaje y la posibilidad de devenir otros, siendo nosotros mismos.

a manera de reflexión final con algo de humor, así como tantas cosas distintas puede significar una luna desnuda a través de la ventana

en el poema

el cura descubre pecado

el psicoanalista interpreta lo inconsciente

el sociólogo las relaciones materiales de producción que lo influyen

la maestra ve una rareza gramatical

el publicista un eslogan

el diseñador gráfico una disposición de caracteres

a un niño le parece un chiste

y un abogado dice que no entiende un pepino

mientras a una adolescente la enamora de las estrellas

o a un anciano

el mismo verso

lo salva de la muerte por un día

 




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