domingo, 26 de junio de 2022

capítulo 15 – mostrar con palabras: la descripción


Una especie de ejercicio o juego puede ser proponerse ante un objeto común y aparentemente insignificante (por ejemplo un capuchón de lapicera) hacer una descripción extensa. Exprimirse y buscar miles de palabras para ponerle a algo que parece no necesitar descripción.

Cómo describimos un espacio, un lugar, un paisaje. Usamos las formas que nos parecen “objetivas”: los colores, los tamaños, aromas, texturas. Usamos semejanzas y comparaciones. Usamos lugares comunes, frases hechas, muletillas. Tratamos de armar con palabras un cuadro que también es un escenario de algo: de unas acciones, una historia o incluso de unos sentimientos.

La descripción aplicada a personas incluye un universo muy especial de cosas así que la dejamos para otro día del bestiario de escritura.

algunas definiciones tomadas de por ahí:

 la descripción puede entenderse como una representación verbal que expone los rasgos y características particulares de un objeto, lugar, persona, espacio, entre otros, y que a su vez los diferencia de los demás.

-Descripción, en primer lugar, deriva del latín, exactamente de “descriptio”, que puede traducirse como “la acción y el efecto de escribir sobre la forma en la que se percibe algo”. Es fruto de la suma de tres componentes: el prefijo “des-”, que significa “de arriba hacia abajo”; el verbo “scribere”, que es sinónimo de “escribir”; y el sufijo “-cion”, que se usa para indicar “acción y efecto”.

 

y estas clasificaciones, que son para ayudarnos a jugar y pensar no para tomarlas como fórmulas o requisitos a cumplir

 

Descripción objetiva

La descripción objetiva o denotativa tiene como finalidad transmitir una información y exponer la realidad tal cual es. No se realizan valorizaciones ni se presentan las emociones del autor.

Es una descripción precisa sobre un tema en particular y es ampliamente utilizada en los textos y contenidos de orden científico, investigativo y técnico.

Descripción subjetiva

La descripción subjetiva o connotativa es aquella en la que se otorga una carga emocional a las descripciones y predominan las valoraciones personales. Por tanto, no se hace una presentación objetiva de la realidad.

La descripción de personas o personajes se puede realizar de la siguiente manera:

  • Prosopografía: también conocida como descripción física. Este tipo de descripción se enfoca en los rasgos físicos y en la apariencia externa del individuo.
  • Etopeya: también conocida como descripción psicológica, es aquella que describe la personalidad y los rasgos psicológicos de un individuo. Por ejemplo, personalidad, carácter, creencias, entre otros.
  • Retrato: es un tipo de descripción que se caracteriza por ser detallada y completa en la cual se toman en cuenta, tanto los rasgos físicos como psicológicos de un individuo. En este tipo de descripción se compone de la prosopografía y la etopeya.
  • Autorretrato: se trata de la descripción que el individuo hace sobre sí mismo. Por lo general, está cargada de subjetividad.
  • Caricatura: es un tipo de descripción en la cual se exageran, distorsionan o se ironizan algunos rasgos físicos y personales de un individuo.
  •  

Siempre recuerdo el texto de Umberto Eco que les voy a mostrar a continuación. Me gusta porque nos habla de lo que describimos no solo con las palabras que usamos, sino también con lo que no decimos:

 

 

"No dicho" significa no manifiesto en la superficie, en el plano de la expresión: pero precisamente son esos elementos no dichos los que deben actualizarse en la etapa de la actualización del contenido. Para ello, un texto (con mayor fuerza que cualquier otro tipo de mensaje) requiere ciertos movimientos cooperativos, activos y conscientes, por parte del lector. (a) Juan entró en el cuarto. «¡Entonces, has vuelto!», exclamó María, radiante; es evidente que el lector debe actualizar el contenido a través de una compleja serie de movimientos cooperativos. Dejemos de lado, por el momento, la actualización de las correferencias (es decir, la necesidad de establecer que el /tú/ implícito en el uso de la segunda persona singular del verbo "haber" se refiere a Juan); pero ya esta correferencia depende de una regla conversacional en virtud de la cual el lector supone que, cuando no se dan otras especificaciones, dada la presencia de dos personajes, el que habla se refiere necesariamente al otro. Sin embargo, esta regla conversacional se injerta sobre otra decisión interpretativa, es decir, sobre una operación extensional que realiza el lector: éste ha decidido que, sobre la base del texto que se le ha suministrado, se perfila una parcela de mundo habitada por dos individuos, Juan y María, dotados de la propiedad de encontrarse en el mismo cuarto. Por último, el hecho de que María se encuentre en el mismo cuarto que Juan depende de otra inferencia basada en el uso del artículo determinado /el/: hay un cuarto, y sólo uno, del cual se habla.(2) Aún queda por averiguar si el lector considera oportuno identificar a Juan y a María, mediante índices referenciales, como entidades del mundo externo, que conoce sobre la base de una experiencia previa que comparte con el autor, si el autor se refiere a individuos que el lector desconoce o si el fragmento de texto (a) debe conectarse con otros fragmentos de texto previos o ulteriores en que Juan y María han sido interpretados, o lo serán, mediante descripciones definidas. Pero, como decíamos, soslayemos todos estos problemas. No hay dudas de que en la actualización inciden otros movimientos cooperativos. En primer lugar, el lector debe actualizar su enciclopedia para poder comprender que el uso del verbo /volver/ entraña de alguna manera que, previamente, el sujeto se había alejado (una gramática de casos analizaría esta acción atribuyendo a los sustantivos determinados postulados de significación: el que vuelve se ha alejado antes, así como el soltero es un ser humano masculino adulto). En segundo lugar, se requiere del lector un trabajo de inferencia para extraer, del uso del adversativo /entonces/, la conclusión de que María no esperaba ese regreso, y de la determinación /radiante/, el convencimiento de que, de todos modos, lo deseaba ardientemente. Así, pues, el texto está plagado de espacios en blanco, de intersticios que hay que rellenar; quien lo emitió preveía que se los rellenaría y los dejó en blanco por dos razones. Ante todo, porque un texto es un mecanismo perezoso (o económico) que vive de la plusvalía de sentido que el destinatario introduce en él y sólo en casos de extrema pedantería, de extrema preocupación didáctica o de extrema represión el texto se complica con redundancias y especificaciones ulteriores (hasta el extremo de violar las reglas normales de conversación).(3) En segundo lugar, porque, a medida que pasa de la función didáctica a la estética, un texto quiere dejar al lector la iniciativa interpretativa, aunque normalmente desea ser interpretado con un margen suficiente de univocidad. Un texto quiere que alguien lo ayude a funcionar.

UMBERTO ECO COMPLETO


Es muy interesante experimentar con las sensaciones, emociones y sentimientos que de alguna manera pueden “deformar” lo que estamos describiendo.  Es lo que hace que un lugar –pongamos por ejemplo una estación de tren – sea lúgubre o fresco, triste o luminoso o que infunde un aire de alegría, etc.

Esto nos lleva a un aspecto que no solo en la escritura sino en otras artes como la pintura y más se fue plasmando a partir de movimientos como el romanticismo, el impresionismo, expresionismo y las vanguardias del siglo XX:

por un lado una pérdida de confianza en el “realismo”  como “espejo” de lo real

por otro lado la inclusión de lo interior de las personas –sus sentimientos, sus contenidos consientes e inconscientes- como parte de una mirada de modifica la realidad que describe

podemos pensar en qué sentido esos campos hechos con fuego de colores de Van Gog son más reales que una fotografía

 

el expresionismo fue uno de los movimientos que más cargó de sentimiento la manera de describir la ciudad moderna

Los escritores expresionistas construyeron un estilo de protesta social con el que intentaron transmitir sus ideas críticas de la sociedad.

Buscaban distorsionar las características objetivas de la realidad. Para ello, usaban en sus obras elementos simbólicos y oníricos para ilustrar las sensibilidades humanas alienadas por la sociedad que criticaban.

Sus críticas estaban orientadas a situaciones generales, no a personajes particulares. Por lo tanto, emplearon dentro de sus obras las alusiones a tipos simbólicos de personajes, en lugar de aludir a personajes individuales.

Kafka y sus pasillos con aire de opresión. Cómo pesan las formas de la ciudad en personajes angustiados de Roberto Arlt.  También es un ejemplo muy ilustrativo lo que sucede en la película El gabinete del Dr. Caligari:




La realidad es desfigurada hasta lo fantasmagórico, hasta convertirse en irreal, las proporciones lógicas se pervierten, los contornos se tuercen hasta devenir monstruosos y sobrecogedores. Wiene emplea angulaciones de cámara retorcidas, encuadres desquiciados que consiguen un efecto de confusión en el espectador trastocando las líneas y los volúmenes de lo real. 


PELICULA CALIGARI

Para comprender de una manera cotidiana y muy cercana este aporte de los expresionistas podemos pensar cómo describiría la escuela un niño o un adulto, viendo en nuestro propio recuerdo de qué manera un espacio que parecía gigantesco visto por un adulto es un patio pequeño.

Entonces usamos la frase depende del cristal con que se mira.

Para finalizar y llegar a consignas de juego una reflexión sobre el PODER  de las palabras: hacen que quien lee vea lo que estoy contando. Puedo ser los ojos del otro mostrando un matiz, la sombra que proyecta una maceta, el ópalo que repentinamente cae, el blanco pelaje del gato negro que acompaña a la anciana frente a su televisor.

 Y  una última pregunta con un poco de humor y de misterio: qué será lo indescriptible?

 

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