Todos tenemos alguna anécdota relacionada con alguna canción, con una melodía, con un grupo musical incluso. Otras veces nombramos al pasar cierta banda sonora que le podríamos a nuestra vida, o a momentos de nuestra vida si fuera una película.
Las
letras de las canciones a veces se mezclan en la poesía y en los relatos.
Más
allá de que las canciones en sus letras son poemas en sí mismas, también
encierran historias de las que provienen o que se pueden inventar.
Algunas
de hecho dan frases que se convierten en títulos: No habrá más penas ni olvido.
Así
como en Cortázar aparece en muchos párrafos el jazz, con músicos de su época
con canciones, citas de letras, hay músicas de fondo que en todas las épocas
aparecen.
*Lista
de canciones mencionadas en Rayuela
Capítulo
10:
– I’m coming,
Virginia de Frankie Trumbauer & His Orchestra
– Jazz me blues de Bix Beiderbecke & His Gang.
Capítulo
11:
– Four O’clock drag
de Lester Young and The Kansas City Six.
– Save it pretty mama de Lionel Hampton.
Capítulo
12:
– Body and soul de
Coleman Hawkins.
– Grooving high de Dizzy Gillespie y Baby dol.
– Empty Bed Blues de Bessie Smith.
Capítulo
13:
– Don’t play me
cheap de Louis Armstrong.
Capítulo
14:
– After the rain de
John Coltrane.
– Village blues de Sidney Bechet.
– C.C. rider de Lonnie Johnson.
Capítulo
15:
– Blue interlude de
Benny Carter.
– When I’m drunk de Champion Jack Dupree.
– Black brown and white de Big Bill Broonzy.
Capítulo
16:
– Hot and bothered
de Duke Ellington & His Orchestra.
– I ain’t got nobody de Earl Hines.
Capítulo
17:
– Mamie’s blues de
Jelly Roll Morton.
– Stack O’Lee blues de Waring’s Pennsylvanians.
Capítulo 18:
– Jelly beans blues de Ma Rainey.
– Oscar’s Blues de Oscar Peterson.
LINK CON CANCIONES PARA ESCUCHAR
En
algunos clásicos como El lobo estepario, de Herman Hesse La flauta mágica de
Mozart.
Por
otra parte en escritores más actuales como Rodrigo Fresán aparecen canciones citadas
al pasar, con mucha predilección por Bob Dylan o Beatles.
A veces
esas músicas pueden mezclarse como vimos en otro capítulo con el ritmo y la
musicalidad de las palabras (Cortázar pretendía esas cadencias de jazz en
algunos textos)
Entonces
también imaginamos fácilmente tonos tangueros, rockeros o folclóricos por
ejemplo en cómo contamos un paisaje o un relato amoroso
“pero
dos que se quieren se dicen cualquier cosa” dice una letras de Los redondos y
no nos costaría escribir un relato con eso –incluso unos poemas-
De un
tango que dice la vida es una herida absurda, una canción folklórica que dice
no tengo miedo al invierno con tu recuerdo lleno de sol, o una canción como
muchacha ojos de papel surgen fotografías, aromas, sucesos, sentimientos.
Juan
Gelman convierte a La pulpera de Santa Lucía en un poema sobre un asesinato
político –masacre de Trelew-
Era rubia la pulpera de Santa Lucía? ¿tenía los
ojos celestes?
¿y cantaba como una calandria la pulpera?
¿reflejaban sus ojos la gloria del día?
¿era ella la gloria del día inmensa luz?
son preguntas inútiles para este invierno
no se las puede echar al fuego para que ardan
no sirven para calentarse en el país
no sirven para calentar al país helado de sangre.
por una sábana de luz iría la pulpera santa de
voz
graciosamente moviendo sus alrededores sus
invitaciones
y el olor de sus pechos y la penumbra de sus
pechos
hacían bajar el sol sobre la pampa bajaban
a la noche como un telón.
¿quién no se iba a perder en esa noche? ¿quién
no se iba a encontrar allí mesmo pasando
su furia por la suavidad que la pulpera fundó?
horas se podría estar contando esta historia y
otras parejamente tristes
sin calentar un solo gramo del país sin
calentarle ningún pie
¿acaso no está corriendo la sangre de los 16
fusilados en Trelew?
por las calles de Trelew y demás calles del país
¿no está corriendo la sangre?
¿hay algún sitio del país donde esa sangre no está
corriendo ahora?
¿no están las sábanas pegajosas de sangre
amantes?
¿y llena de sangre la pulpera y sus ojos celestes?
¿ahogados en sangre?
¿y la calandria hundida en sangre y la gloria del
día
con las alas empapadas de sangre sin poder
volar?
¿no hay sangre en la penumbra de tus pechos
amada?
de por
ahí tomamos de un análisis de novelas en las que están presentes canciones:
A modo de
conclusión se podría decir que los escritores han elegido cuidadosamente la
música más acorde al ritmo y al tono de sus novelas. La música reviste la
trama, le da matices y completa la representación de todo el conjunto. En esta
escritura –como ya hemos señalado– convergen dos espacios: el visual y el
sonoro, con sus referentes correspondientes. La subjetividad de la música se
suma a la subjetividad de la imagen hecha con palabras –al contrario del cine,
en la que la imagen no se transmite verbalmente sino que es proyectada y, por
tanto, objetiva. En estas novelas la mezcla de estos dos espacios subjetivos
forma un complejo conjunto lírico que transmite sensaciones a través de dos
vías: la representación que la palabra sugiere en la imaginación del lector y
la evocación de la canción: su melodía, su ritmo y su letra. Estas
representaciones subjetivas, mezcla de lo que la música sugiere con la
descripción de las imágenes, se pueden realizar completamente en la imaginación
si se conoce la música a la que se hace referencia, ya que, por lo general, los
autores no dicen mucho de los grupos que nombran. Una de las razones puede ser
–además de la voluntad del escritor– el hecho de ser grupos supuestamente
conocidos por la mayoría, bien porque se escuchaban en esa época o bien, porque
son ya clásicos como los Beatles o The Doors, cuya música es perfectamente
reconocible por casi todo el mundo. Por todo ello, a diferencia de una película
–en la que el impacto sensorial creado por la unión de la música y la imagen se
produce simultáneamente– en estas novelas el lector tiene que recrear él mismo
los sonidos de los grupos referidos, buscarlos en su memoria musical o incluso
elegir escucharlos, si los tiene a mano. De este modo, se exige un esfuerzo al
lector, por el cual se implica activamente en el juego de la novela, al
convertirse en lector, espectador y oyente.
y pueden ser canciones de moda o antiguas, de la juventud,
de música elaborada o popular, artística o comercial, poética o descartable
a veces aparecen porque sí, resuenan sin que podamos pensar
por qué
incluso escucharlas al escribir, como cuenta Mariana
Enriquez:
Yo hubiese querido
hacer música. La música, los músicos y las canciones son más importantes
en mi vida que la literatura, por mucho. Y me influencian en la misma medida
que los escritores. Cuando escribo algo, escribo a partir de la música, de la
sensación que me da una canción. (nombrando un listado que incluye
canciones de Sumo, Jhony Cash y Lana del
Rey entre otros)
También
se hicieron muchas obras de teatro basadas en canciones.
Mágico rock y estaba basado en canciones de Luis
Alberto Spinetta
Obra teatral "Por Chabuca, relatos breves de
canción" llega al nuevo Teatro Julieta
En esta puesta dedicada a Chabuca Granda participan
actores como Daniella Pflucker, Lucho Cáceres, David Carrillo,
Raffaella Anselmi y Celine Aguirre.
Obra teatral "Por Chabuca, relatos breves de
canción" llega al nuevo Teatro Julieta
1000 mentiras: La obra basada en las canciones de Joaquín
Sabina regresa a los escenarios madrileños para repetir el éxito de su primera
temporada, pero no llega solo.
-más allá del género musical propiamente dicho-
Podemos detenernos a pensar qué canciones nos marcaron y/o
nos provocan emoción y sensibilidad
Cuáles sencillamente
nos gustan.
También pensar qué canción le pondríamos a un relato de
suspenso
o de ruptura amorosa
o relacionado con una historia del mundo de trabajo
cotidiano
un día inolvidable
o un momento de nostalgia
Qué canciones pueden contagiar hermosos poemas en lo que
provocan en nosotros
Imaginar que historias se pueden inventar con lo que dice
una canción: inventarle personajes, situaciones, una resolución
(aunque algunas canciones ya cuentan las historias claramente
como Penélope, aunque esta misma también se podría desarrollar, contar quién es
el que espera, cómo se llama, por qué no vuelve)
Para terminar les dejo un hermoso ejemplo de interacción de
relato con canciones, que es Cartas al Rey de la Cabina, de Luis Pescetti
Quién no soñó alguna vez escribir una bella canció, pero ese
es tema para otro día…
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