todas las personas tenemos de alguna manera nuestra propia definición de las cosas, nuestra mirada personal del mundo
de los “grandes temas”: la vida, la muerte, el amor, el tiempo, la justicia
hasta de las cuestiones más cotidianas, por ejemplo qué es ser vecino de alguien
otra de las lindas invitaciones y desafíos de los tantos casi infinitos como decimos siempre hacia el escribir es expresar esa mirada
en un género muy especial que es el ensayo
a veces persiste una sensación que es la de que ensayos escriben solamente estudiosos, críticos, historiadores, personas del ámbito académico
pero con esa versión nos perdemos saber que es un género de escritura muy rico para cualquier persona, sea cual sea su condición, su formación previa etc.
partiendo de una definición:
“El ensayo es un tipo de texto en prosa que explora, analiza, interpreta o evalúa un tema. Se considera un género literario comprendido dentro del género didáctico.
Las características clásicas más representativas del ensayo son:
Es un escrito serio y fundamentado que sintetiza un tema significativo.
Tiene como finalidad argumentar una opinión sobre el tema o explorarlo.
Posee un carácter preliminar, introductorio, de carácter propedéutico.
Presenta argumentos y opiniones sustentadas.
Un ensayo es una obra literaria relativamente breve, de reflexión subjetiva pero bien informada, en la que el autor trata un tema por lo general humanístico de una manera personal y sin agotarlo, y donde muestra cierta voluntad de estilo, de forma más o menos explícita, encaminada a persuadir al lector de su punto de vista sobre el asunto tratado. El autor se propone crear una obra literaria y no simplemente informativa y versa sobre todo de temas humanísticos (literatura, filosofía, arte, ciencias sociales y políticas...) aunque también más raramente de asuntos científicos.”
Qué pienso de la comida y de cómo nos alimentamos en la época actual?
Qué puedo expresar acerca del impacto de los celulares en la vida cotidiana?
Cómo escribiría lo que implica perder un ser querido para una persona o una familia?
Qué es la moda?
Qué es escribir?
Qué significa el arte en la vida de las personas?
y miles de etcéteras
El primer paso es reflexionar: encontrarse con la propia mirada acerca de una cosa o tema y explorarla mucho. Y después algo que es para mí una ejercicio hermoso: pensar escribiendo
(decíamos pensar con la lapicera – o pensar con el teclado)
Un ensayo puede ser breve –y más si se trata de estos ensayos libres, un ensayo académico requiere otras exigencias.
Pero una estructuración muy sencilla se nos va aparecer casi naturalmente, sin que la tengamos que pensar y es la siguiente:
Partes de un ensayo
Para escribir un ensayo, es necesario tener en cuenta que consta de distintas partes:
- Título. Es una frase corta en la que se menciona el tema central. Puede ser una afirmación o una pregunta.
- Introducción. Se presentan el tema, el abordaje y el punto de vista del autor. Esta parte tiene que ser breve (generalmente, ocupa un párrafo) y debe ser interesante para captar la atención del lector.
- Desarrollo. El autor justifica con argumentos su postura. Para ello, puede incluir ejemplos, citas, otras hipótesis o teorías, resultados de investigaciones, entre otros.
- Conclusión. Se resumen los argumentos principales y la opinión del autor y se expresa una resolución de las ideas que se plantearon en el desarrollo.
página web con ejemplos de temas:
el ensayo es considerado un género literario. Como autor, debes buscar un estilo narrativo con tinte artístico, pues tus ideas deben estar presentadas de manera amigable y sin ambigüedades, dentro de un registro formal.
Uno de los eventos más tremendos y recientes del mundo fue el Covid. Entre sus efectos toatles sobre la vida del mundo uno de ellos fue generar mucho pensamiento, que por ejemplo se expresó en un libro de ensayos impresionante llamado Sopa de Wuhan
Sopa de Wuhan es una compilación de pensamiento con-
temporáneo en torno al COVID 19 y las realidades que
se despliegan a lo largo del globo. Reúne la producción
filosófica (en clave ensayística, periodística, literaria,
etc.) que se publicó a lo largo de un mes –entre el 26 de
febrero y el 28 de marzo de 2020–. La antología presenta
a pensadores y pensadoras de Alemania, Italia, Francia,
España, EEUU, Corea del Sur, Eslovenia, Bolivia, Uruguay
y Chile. Sopa... junta en un volumen lo que ya es público
y está al alcance de un click. Tan solo propone un “or-
den” de lectura, acerca algunos datos biográficos sobre
les autorxs e intenta poner en una línea de tiempo una
serie de debates. Busca reflejar las polémicas recientes
en torno a los escenarios que se abren con la pandemia
del Coronavirus, las miradas sobre el presente y las hipó-
tesis sobre el futuro.
ASPO (Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio) es una
iniciativa editorial que se propone perdurar mientras se
viva en cuarentena, es un punto de fuga creativo ante la
infodemia, la paranoia y la distancia lasciva autoimpues-
ta como política de resguardo ante un peligro invisible.
Desde un punto de vista psicológico básico, expresar lo que pensamos y desarrollarlo en el lenguaje siempre es más saludable que guardarlo
esto nos ayuda a mantener viva una mirada crítica o mirada propia que nos evita repetir lo que se dice en los medios o el pensamiento pre fabricado
también un entretenido y apasionante enfocar el pensamiento en un objeto o tema y exprimir todas las facetas que se nos aparecen
por poner un ejemplo
digo la sal
es un compuesto de sodio que sirve para condimentar las comidas
podría quedar ahí
y empezamos a pensar que está presente en todo el mundo, en lo que afecta a la salud, en los alimentos que vienen con demasiado sodio, en la historia donde sirvió para conservar alimentos o o incluso como moneda de cambio, en la frase de cristo y de Charly García etc etc
Borges hizo del ensayo una poética:
“ Esa
idea permea por igual los géneros que cultivó Borges, todos ellos
caracterizados por su brevedad; es bien conocida su paradójica relación con la
novela, género del que fue un constante lector (y hasta traductor), pero que se
negó “enérgicamente” (el adverbio es suyo) a cultivar. Es, en verdad, impropio
hablar de “géneros” en el caso de Borges, porque continuamente escribió en los
intersticios de ellos, creando ambigüedades y reverberaciones textuales que
parodian los límites establecidos por la retórica entre esas categorías del
discurso literario. Su obra puede verse como un conjunto de círculos
concéntricos que se comprimen o expanden a voluntad, y en el que todo remite al
centro que lo genera.
Borges es un virtuoso en la práctica de la cita
interna, el eco de otra voz alojada en la suya, reiteración de ciertos símbolos
y metáforas, reanimadas por leves variantes; esas variantes circulan de un
texto a otro, emigrando de un poema para ir a parar a un cuento y reaparecer en
un ensayo. En verdad, lo que hay es una constante operación de trasvase que se
organiza como un sistema de extraordinaria coherencia y cuyo perfil todos
reconocemos gracias a ciertas marcas lingüísticas, poéticas e intelectuales.
El centro del estatuto borgesiano está dado por
la noción de invención, entendida ésta como la capacidad de crear ideas
nuevas aun a partir de las más conocidas. Borges trabaja con arquetipos
establecidos por la colaboración de muchos a través de los siglos: una cadena
de préstamos y transformaciones que nos permite ver una vieja verdad desde otro
ángulo, como si la hubiésemos formulado nosotros —o al menos nos deja jugar con
esa hipótesis. Así, el lenguaje expositivo y analítico del ensayo incorpora los
elementos de la ficción y los recursos de la metáfora poética. Sin duda, Borges
es un escritor libresco, pero lo es de un modo también paródico: en la enorme
biblioteca que nos dispensa su obra, los libros que ha inventado para burlar a
los eruditos son elementos importantes, y no menos la presencia de su mayor
ficción: ese fantasmal “Borges” que se inventa a sí mismo como creador y lector
de todos esos libros.
Hay varios indicios de que uno de sus secretos
propósitos era borrar las fronteras que separan el ensayo de la ficción. Por un
lado, tenemos los cuentos que, como “Examen de la obra de Herbert Quain”,
“Pierre Menard, autor del Quijote” o “Tlön, Uqbar, Orbis Tertius”,
adoptan la forma de la nota bibliográfica, la necrología literaria o la especulación
científica, más cercanas al campo ensayístico que al de la ficción. Se trata,
en realidad, de cuentos que carecen de una línea argumental y de dos elementos
fundamentales del lenguaje narrativo: la intriga y la evolución dramática de
los personajes. Sin embargo, los leemos como “cuentos” porque se presentan como
modelos del arte de imaginar y fantasear con las más extrañas y asombrosas
posibilidades concebidas por la mente humana.
Inversamente, no pocos ensayos de Borges pueden
ser leídos como relatos o alegorías cuya función “narrativa” es la de iluminar
cuestiones estéticas o metafísicas. Un notable ejemplo de eso es “El
acercamiento a Almootásim”, que apareció primero como una de “Dos notas” en el
libro de ensayos Historia de la eternidad (1936) y luego emigró a Ficciones
(1944); es decir, el autor propuso dos lecturas distintas del mismo texto,
facilitadas por su indefinición genérica.
Al plantear la argumentación intelectual como un
vehículo para estimular nuestra imaginación y conducirla al reino de lo
ficticio, Borges produjo un cambio cualitativo en el lenguaje y el propósito
habituales del ensayo. En Otras inquisiciones hay un texto titulado “La
flor de Coleridge” que trata uno de sus motivos favoritos: el de la creación
literaria como un conjunto limitado de imágenes y formas que se despliegan en
una serie infinita de distintas versiones, dentro de la cual se confunden el
original y la copia o, mejor aún, no existe ni uno ni otra. En el mismo libro
aparece otro texto sobre el autor inglés, cuyo título hace explícito su asunto:
“El sueño de Coleridge”; en él vincula la actividad literaria a la onírica, lo
que nos recuerda que el mundo puede ser también ilusorio.”
para terminar encuentro una simpática etimología de la palabra ensayo:
Voz patrimonial del latín exagium ‘acto de pesar (algo)’, ‘comprobación’ y de ahí ‘prueba, intento’. La acepción de ‘obra literaria en prosa’ procede del francés essai, en el que primero designa las primeras producciones de un autor y posteriormente se especializa en un tipo de género literario.
Me gusta que nos juguemos entonces nuestro intento, apreciando nuestro texto propio que lo escribamos o no está aquí dentro de cada ser y si lo escribimos lo podemos dar al otro
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